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miércoles, 17 de febrero de 2016

36º Coloquio del CREDIC (Centro de investigaciones y de intercambios para la inculturación del cristianismo)



“Las misiones alemanas. Su liquidación y su resiliencia 1915-1939”

            A cuarenta kilómetros al sur de Nüremberg (Alemania), en Neuendettelsau, en el Centro Mission EineWelt, organización que coordina la actividad misionera “ad gentes” de la Iglesia Evangélica-Luterana de Baviera, ha tenido lugar, del 31 de agosto al 4 de septiembre, el 36º Coloquio dedicado a la situación de las misiones alemanas después de la I Guerra Mundial.
             Se ha querido situar este Coloquio en el ciclo de conmemoraciones de la “Gran Guerra” (1914-1918) ¿Cuál ha sido su impacto sobre las misiones cristianas alemanas, católicas y protestantes, y sobre las Iglesias y las obras locales  suscitadas por su acción evangelizadora?
            La Conferencia de Berlin (1884-85) había acordado a Alemania una serie de colonias: Sudoeste de África (hoy Namibia), Oeste de África (Togo, Camerún, con fronteras diferentes a las actuales), Este de África (hoy: Tanzania, Ruanda, Burundi y una parte de Mozambique), la concesión alemana de Kiautschou, en China, y una decena de archipiélagos en el Pacífico (Islas Salomón, Marianas, Buganville, Carolinas, Palau, Marshall, Samoa, Nueva Guinea.
 



            Se trataba de ver cómo habían ido desapareciendo los misioneros alemanes conforme el conflicto armado iba avanzando. Expulsión de misioneros, llegada de misioneros de nacionalidades diversas, franceses, americanos, reorganización de las misiones, experiencias de desclericalización y de descolonización, sueño de autonomía de estas jóvenes Iglesias.

            Por otro lado se quería tener una mirada sobre la reflexión misionológica de antiguos misioneros que, obligados a volver a su país de origen, habían escrito libros sobre su experiencia misionera: Albert Schweitzer, Bruno Gutmann.

            El Coloquio ha comenzado con una introducción general: l) Tipología de las misiones alemanas protestantes y diferencias con la tipología de las misiones alemanas católicas; 2) los estudios hechos hasta ahora sobre las misiones alemanas en el periodo entreguerras (1919-1939) están poco desarrollados; 3) reacciones en Alemania ante la expulsión de sus misioneros; 4) razones de su escándalo: “en caso de guerra las misiones deben estar excluídas de los conflictos”. La Conferencia de Edimburgo, 1910, había hablado de la internacionalización de la Misión; 5) ¿Por qué se negó a los misioneros alemanes volver a sus antiguos campos de misión?

            Una ponencia sobre dos encíclicas clave: Maximum illud (1919) de Benedicto XV y Rerum Ecclesiae (1926) de Pío XI, nos permitió constatar la nueva orientación misionera de la Iglesia católica y el papel importantísimo del cardenal Van Rossum, Prefecto de Propaganda Fide desde 1918, del P. Paolo Manna, Mons. Montini (luego papa Pablo VI), Mons. Celso Constantini y Mons. de Grégoire para llevar a cabo estas orientaciones.

            Las líneas fuerza de este nuevo impulso misionero fueron: superar los nacionalismos, la formación del clero autóctono, preparar a los pueblos colonizados para obtener su legítima independencia, volver al ejemplo de las primeras comunidades cristianas (Hechos de los Apóstoles) para formar auténticas comunidades de fe.

            De todas las antiguas colonias alemanas, enumeradas más arriba, hemos podido escuchar ponencias sobre la labor de los misioneros de África (Padres Blancos) en Tanganika (1913-1917). Al ser una congregación internacional, en las misiones había misioneros alemanes y franceses, el francés era la lengua que se hablaba en las casas de los misioneros. No había mucha  relación con las autoridades alemanas. En el momento de la guerra cada misionero fue llamado a filas a su país respectivo. Mons. Henry Léonard (1869-1953), Vicario Apostólico de Unyanyembe (1912-1927), de nacionalidad alemana y corazón francés, supo tener buenas relaciones con las autoridades belgas e inglesas cuando éstas se aposentaron en la anterior zona alemana.

            Las actividades de la misión de Betel en Ruanda (1907-1916) fueron retomadas por la Sociedad belga de la Misión protestante. No se permitió que volviesen a este país los antiguos misioneros alemanes Ernest Johanssen y Rönicke.

            La Misión de Basilea que había trabajado en Camerún pasó el testigo a la Misión de París (1916).

            Los misioneros alemanes que trabajaban en China, tanto protestantes como católicos, fueron expulsados por las autoridades británicas y francesas. Los obispos de USA habían pedido a la Santa Sede que frenase esta repatriación Con este hecho se truncaron los trabajos apostólicos de una pléyade de misioneros alemanes. Los PP. Johannes Schreck (1576-1630) y Adam Schall von Bell (1592-1666), jesuitas, que habían dirigido un gabinete de Astronomía. En el s. XIX los Misioneros del Verbo Divino (SVD), Misión de Basilea (1847), Barmen Mission, Berlin Mission. En los inicios del s. XX numerosas congregaciones católicas, masculinas y femeninas.     

               Un tema importante, que no suele ser estudiado en profundidad, es el de la cartografía. En este caso pudimos contemplar diferentes mapas de las antiguas colonias alemanas. En los mapas hay siempre un interés determinado, una ideología subyacente. Los mapas no son neutrales.

            Los misioneros Palotinos alemanes, que estaban trabajando en Australia del Norte,  fueron relevados por PP. Redentoristas ingleses en 1916. A partir de 1924 se concedieron visados para Palotinos alemanes y en 1935 pudieron abrir un colegio en Melbourne.

            ¿Cómo puede influir determinada concepción ideológica sobre un pueblo en la mentalidad socio-religiosa de un pueblo africano, en este caso en el pueblo congoleño (R.D. del Congo)? El sacerdote y profesor Flavien Nkay Malu nos habló del “Mito de los alemanes” en los cultos contra la brujería en el período entre guerras. Estos cultos: María de los Leopardos, Lukosi y Misión de los negros, tienen en común la lucha contra los belgas, sus colonizadores, y su admiración por los germanos, “jamanis” los llaman ellos. Creen que los alemanes, admirados por su solidez y su fuerza, vendrán a liberarlos de la colonización belga  La derrota de Alemania en la II Guerra Mundial hizo caer por tierra este imaginario.

            Togo, considerado por los alemanes de la época como “Muster Kolonie”, Colonia modelo, según se dice, sus recursos naturales permitían su autofinanciación, ha tenido en este Coloquio una cuidada presentación. Hemos escuchado hasta cinco comunicaciones.

            La Sociedad del  Verbo Divino (SVD) tuvo que dejar Togo en 1917. Los misioneros alemanes fueron expulsados entre diciembre de 1917 y enero de 1918. Según las estadísticas más de 1000 misioneros alemanes, 130 de la SVD, fueron expulsados de los diferentes campos de misión. Fue el resultado de la violación de los acuerdos firmados según los cuales se debía respetar la labor de las misiones cristianas, también en tiempo de guerra.

            Los misioneros SMA (Sociedad de misiones africanas) llegaron  a Togo en 1892, desarrollaron su labor creando numerosas escuelas y en la formación de catequistas. Edificaron la Escuela profesional de Lomé, de gran prestigio, que todavía existe. En noviembre de 1917 los misioneros de menos de 45 años son expulsados a Europa, en enero de 1918 son expulsados los que quedaban y también las religiosas.

            Para asegurar la continuidad de la misión los SMA invitaron a venir a Togo a sacerdotes y religiosas de origen alsaciano, (en ese momento Alsacia había vuelto a ser francesa), algunos vinieron de Nigeria y otros de la Gold Coast (hoy Ghana).

            Mgr. Jean Marie Cessou, Vicario Apostólico de Togo (1921-1945) trabajó mucho por las vocaciones autóctonas, siguiendo las líneas de Maximum Illud y Rerum Ecclesiae. En 1928 fue ordenado el primer sacerdote togolés, Abbé Henri Kwakume.

            De la labor lingüística y antropológica de Dietrich Westermann, testigo de la emergencia de un pueblo cristiano, los  ewé, nos habló el profesor de Germanística de la Universidad de Lomé, Gilbert Dotse Yigbe. Para el pastor Westermann el dominio de una lengua es condición importante para conocer la cultura de un pueblo. El publicó en 1938 una antología de textos, cuentos, tradiciones del pueblo ewé y en 1954 la edición definitiva de su diccionario alemán-ewé, ewé-alemán.

            ¿Cuál es la herencia de la colonización alemana en Togo? Se podría hablar del plan territorial, administrativo, jurídico, económico, que, en algunos aspectos, perdura en el tiempo: red de caminos, plantación de árboles, escuelas. Se puede recordar el mestizaje profundo que se ha dado. Cornevin, en su ‘Histoire du Togo’ habla de 5000 mestizos. En el lenguaje coloquial “yama” (german) es sinónimo de autoritario, severo, riguroso, eficaz.

            En el Coloquio hemos escuchado también la experiencia de antiguos misioneros alemanes, Friedrich Ebding, misionero en Camerún, descrito como pedagogo y constructor, que, a su vuelta en Alemania, publicó relatos e historias narradas en las largas veladas fúnebres.

            Maurice Leenhard, francés, misionero en Nueva Caledonia y Georg Vicedom, alemán, misionero en Papúa Nueva Guinea. Sus trayectorias de vida son distintas pero ambos tienen en común su plena inserción en los pueblos donde trabajaron, conocían muy bien las lenguas y la cultura de esos pueblos. Ambos publicaron sus reflexiones cuando regresaron a Europa. Leenhard fue profesor de etnología en Paris (1926-1934). Fue alumno y su sucesor en la cátedra de Marcel Mauss.

            La ponencia que clausuró el Coloquio se centró en la trayectoria de la misionología en Alemania. Esta reflexión comenzó ya en 1860. Siendo diferentes la línea católica y  la protestante. Personajes a recordar Bautz, Anderson, Schmidlin, Warneck y Gensichen.

            En Neuendettelsau se encuentra la Facultad Augustana de Baviera, fundada en 1947 para la formación de los futuros pastores de la Iglesia Luterana-Evangélica de Baviera. Pudimos compartir con algunos alumnos una oración en la Capilla del campus universitario y la comida en el refectorio “Mensa Christi”.

            La tarde del jueves 3 de septiembre pudimos visitar el centro de la ciudad de Nüremberg, las iglesias de san Sebaldo y san Lorenzo, luteranas, y santa María, católica, el monumento a Alberto Durero, la plaza del Mercado, el Ayuntamiento.

            Los participantes en este Coloquio, venidos de Bélgica, Francia, Alemania, Holanda, Polonia, Camerún, R.D. del Congo, Togo y España, hemos pasado unos días de convivencia gozosa, con un tiempo espléndido y la acogida cordial y fraterna de la MissionEineWelt.    

Antonio González
9-9-2015