Desde hace bastantes años nuestras
diócesis de Aragón han mostrado su solicitud por todas las Iglesias (LG
23; CD 6) enviando sacerdotes, religiosos y laicos a la “missio ad
gentes”. En algún caso se ha llegado a un hermanamiento: Tarazona con la
diócesis de Cochabamba, en Bolivia, Zaragoza con el Vicariato
Apostólico de San Miguel de Sucumbíos en la amazonia ecuatoriana.
El 15 de agosto de 1987, D. Elías Yanes Álvarez, entonces arzobispo de Zaragoza, firmó con D. Gonzalo López Marañón, Vicario Apostólico, un convenio de hermanamiento entre las dos Iglesias locales. Fruto de este convenio es el trabajo misionero de sacerdotes diocesanos, Rafael Batalla, Emilio Parra, que falleció en un accidente de autobús y está enterrado en la parroquia de Santa Bárbara, seminaristas que realizaron una experiencia misionera y laicos misioneros, acompañados por la Asociación Huauquipura (Entre hermanos), que nació también a raíz de la firma del Convenio.
Recordamos este hecho acaecido hace 29 años cuando rezamos por el eterno descanso de D. Gonzalo, que partió a la Casa del Padre el pasado 7 de mayo, víspera de la Ascensión del Señor, en Luena (Angola).
La presidenta actual de Huauquipura, Teresa Escuín, misionera durante unos años en Sucumbíos, nos dice: “D. Gonzalo fue un hombre de Dios. Nos contagió de su entusiasmo, de su incansable capacidad de trabajo, y nos inoculó la predilección de Dios por los pobres…”
Cuando en 2010 pasó a ser obispo emérito, no quiso dejar su trabajo misionero y se preparó para una nueva etapa en su vida: la misión en África, que había soñado -decía él- Santa Teresa de Jesús: enviar misioneros carmelitas a tierras africanas.
D. Gonzalo partió para Angola, a la diócesis de Luena, provincia de Moxico. Allí ha residido los últimos años colaborando con sus hermanos Carmelitas Descalzos.
Descanse en paz, D. Gonzalo. Le agradecemos su profético servicio misionero. Ha vivido 83 años, 66 como religioso carmelita, casi 60 como sacerdote y 40 como Prefecto Apostólico y Obispo misionero. Los 6 últimos los ha gastado como obispo emérito y humilde misionero.
Monseñor Gonzalo López Marañón
El 15 de agosto de 1987, D. Elías Yanes Álvarez, entonces arzobispo de Zaragoza, firmó con D. Gonzalo López Marañón, Vicario Apostólico, un convenio de hermanamiento entre las dos Iglesias locales. Fruto de este convenio es el trabajo misionero de sacerdotes diocesanos, Rafael Batalla, Emilio Parra, que falleció en un accidente de autobús y está enterrado en la parroquia de Santa Bárbara, seminaristas que realizaron una experiencia misionera y laicos misioneros, acompañados por la Asociación Huauquipura (Entre hermanos), que nació también a raíz de la firma del Convenio.
Recordamos este hecho acaecido hace 29 años cuando rezamos por el eterno descanso de D. Gonzalo, que partió a la Casa del Padre el pasado 7 de mayo, víspera de la Ascensión del Señor, en Luena (Angola).
La presidenta actual de Huauquipura, Teresa Escuín, misionera durante unos años en Sucumbíos, nos dice: “D. Gonzalo fue un hombre de Dios. Nos contagió de su entusiasmo, de su incansable capacidad de trabajo, y nos inoculó la predilección de Dios por los pobres…”
Cuando en 2010 pasó a ser obispo emérito, no quiso dejar su trabajo misionero y se preparó para una nueva etapa en su vida: la misión en África, que había soñado -decía él- Santa Teresa de Jesús: enviar misioneros carmelitas a tierras africanas.
D. Gonzalo partió para Angola, a la diócesis de Luena, provincia de Moxico. Allí ha residido los últimos años colaborando con sus hermanos Carmelitas Descalzos.
Descanse en paz, D. Gonzalo. Le agradecemos su profético servicio misionero. Ha vivido 83 años, 66 como religioso carmelita, casi 60 como sacerdote y 40 como Prefecto Apostólico y Obispo misionero. Los 6 últimos los ha gastado como obispo emérito y humilde misionero.
Antonio González
Delegación de Misiones