¡Quiero ser Misionero!

¡Quiero ser Misionero! ¿Qué tengo que hacer?
     
Si llegaste a esta página: ¡¡BIENVENIDO!! 
¡¡¡¡Qué bueno que Dios haya sembrado en tu corazón la inquietud misionera!!!!
¡Es imprescindible para la vida de nuestra Iglesia, que muchos escuchen el llamado a la misión!  Pero primero... vamos a clarificar que es “Ser Misionero”:
          Muchas personas, movidas por el entusiasmo de la vocación misionera que llevó a San Pablo a exclamar: "¡Ay de mí si no evangelizo!",  piensan que la misión es una aventura que consiste en "irse lejos", rumbo a lo desconocido y se lanzan a buscar por internet un lugar a dónde ir, ansiosos de partir cuanto antes... Pero hay que ir despacio. Te invitamos a que leas esta página hasta el final.
          La misión es un servicio a Dios y a la Iglesia, es una opción de vida,  y por lo tanto requiere de un proceso serio de discernimiento, preparación y maduración.
Veamos un poquito más detenidamente de qué se trata, y cómo puedes comenzar...

¿De qué “misión” estamos hablando?
          Primero que nada, es necesario aclarar qué se entiende por Misión y por Misionero. Podemos distinguir dos usos bien diferenciados de la palabra misión:
a)      La Misión general de todo bautizado: Decimos que la Iglesia es Misionera porque ha recibido de Jesucristo el encargo (misión) de evangelizar, es decir, de hacer que toda la humanidad conozca a Jesucristo y viva en comunión con Él y su Evangelio. Todos los miembros de la Iglesia, participan de esta misión, en tanto que con su testimonio de vida cristiana proclamen con su vida y sus acciones a Jesucristo a los demás. En este sentido amplio del término misión, es que se afirma que "todo cristiano es misionero en virtud del bautismo recibido" (cfr. Rmi 71). En este mismo sentido, cualquier cristiano estaría cumpliendo con su misión con el simple hecho de ser un buen cristiano, porque estaría anunciando a Jesucristo con su vida en su familia, en su trabajo, etc. De la misma manera, podría decirse que todo lo que hace la Iglesia está ordenado a dar cumplimiento a esta misión. No es a este uso del término misión al que hace referencia este artículo, sino al que se da a continuación: La Misión específica o Actividad Misionera propiamente dicha.
b)      Dentro de todas las acciones y actividades que desarrolla la Iglesia, existen algunas que específicamente están orientadas al anuncio del Evangelio a los no creyentes, como así también existen personas que se dedican específicamente a realizar esta tarea concreta. En este sentido, Dios llama particularmente a algunos hombres y mujeres para esta vocación especial. Es a esta misión y a estos misioneros, a los que nos referimos.

Formas de participar de la Actividad Misionera de la Iglesia
Existen distintas formas de participar de esta Actividad Misionera de la Iglesia:
·               Actividad Misionera específica: es la actividad eclesial que lleva a cabo evangelización de los no cristianos (Primera Evangelización o Misión Ad Gentes) o de los cristianos alejados (Nueva Evangelización). A los que realizan esta Actividad Misionera específica es a quienes con toda propiedad se designa con el título de "misioneros". La Actividad Misionera específica, persigue los siguientes objetivos:
                             a) Anunciar a Jesucristo a los que no lo conocen.
                             b) Procurar el establecimiento de la Iglesia en donde no existe.
                  c)Fortalecerla allí donde existe pero no tiene una vida comunitaria activa y evangelizadora.
       d) Promover los Valores Evangélicos, como son la paz, la justicia, la libertad, la fraternidad.
          Si bien no todos están llamados a realizar esta actividad misionera específica, existen varias maneras de participar de la misma, que se describen a continuación.
·               Cooperación Misionera: Es una actividad distinta de la actividad misionera, mediante la cual, todos, aún cuando su situación de vida no les permita realizar una actividad misionera específica, pueden colaborar con ésta, desde su propio lugar. La cooperación misionera permite que toda la Iglesia Particular participe y colabore activamente con la misión universal de la Iglesia. Esta cooperación misionera se realiza de tres maneras:
  • Cooperación Espiritual: la oración y el sacrificio ofrecido por los misioneros, son el motor de la misión y la fuente de gracias y fuerza para los misioneros.
  • Cooperación Material: la colaboración con dinero u otros bienes, constituye un aporte fundamental para el sostenimiento de las misiones y los misioneros.
  • Cooperación con Misioneros: consiste en la prestación de servicios misioneros temporales.
  • Pastoral Misionera: Es el conjunto de actividades que tienen por finalidad, procurar que todos los bautizados participen activamente de la Actividad Misionera de la Iglesia, o que cooperen con ella. Esta Pastoral Misionera se desarrolla mediante 4 servicios:
o      Animación Misionera: procura suscitar, avivar y sostener el espíritu misionero universal de todos los bautizados, de manera que se interesen por las misiones y nazcan así vocaciones misioneras, o cooperen con ellas. Quienes hacen animación misionera, lo realizan mediante charlas, revistas u otros medios de comunicación, folletos, exposiciones, videos, retiros vocacionales misioneros, promoviendo campañas misioneras u otro tipo de acontecimientos como jornadas, cantatas misioneras, marchas misioneras, etc.
o      Formación Misionera: busca formar a los bautizados para que adquieran los conocimientos, criterios, actitudes y aptitudes necesarias para participar de la misión de la Iglesia. Quienes hacen formación misionera lo realizan mediante charlas, cursos, talleres, publicación de libros, artículos en revistas, etc.
o      Promoviendo la Cooperación Misionera: busca motivar a que los cristianos realicen cooperación misionera. Quienes motivan la cooperación misionera lo hacen organizando colectas misioneras, promoviendo las campañas de la Jornada Mundial de las Misiones y la Colecta Pro-Africa, campañas de oración, etc.
o      Organización Misionera: busca coordinar las inquietudes e iniciativas misioneras, favoreciendo el mejor aprovechamiento de los recursos para la misión. Quienes hacen organización misionera, lo realizan promoviendo la formación de grupos y asociaciones misioneras, apoyándolas en su crecimiento y coordinando las actividades de las mismas en conjunto con otros organismos e instituciones misioneras.

¿Qué tengo que hacer si quiero ser misionero?
          La Actividad Misionera es una actividad eclesial y comunitaria, no individual. Un misionero no es un "francotirador" que se lanza solo por el mundo a predicar la Buena Nueva. 
Lo primero que tienes que hacer es buscar una comunidad, donde puedas ir conociendo la Vocación Misionera y aprendiendo cómo se realiza esta "actividad Misionera". Así irás adquiriendo los elementos para ser un buen misionero.
          Esta vocación misionera puedes vivirla como laico (todos los que no son sacerdotes ni religiosos o religiosas) o como sacerdote o religioso o religiosa. Te recuerdo el enunciado de este párrafo: La Actividad Misionera es una actividad eclesial y comunitaria, no individual. Un misionero no es un "francotirador" que se lanza solo por el mundo a predicar la Buena Nueva...
·               Grupos y Comunidades Misioneras para los laicos: En función de tu edad, puedes encontrar una comunidad para integrarte en alguno de los siguientes apartados:
o      Infancia y Adolescencia Misionera: Conforman grupos de niños (4 a 11 años) y de adolescentes (12 a 16 años) en los que se los forma y anima misioneramente y se les brinda la oportunidad de realizar un servicio misionero. Normalmente se conforman en Parroquias o Escuelas.
o      Jóvenes Misioneros: Como todos los bautizados, los jóvenes (18 a 25 años) también están llamados a ser misioneros. Existen grupos de jóvenes misioneros que reciben formación y animación misionera  y ellos asumen un compromiso concreto de servicio, cooperación y animación misionera. Pero este servicio de animación misionera, busca animar misioneramente a todos los jóvenes, estén o no en grupos misioneros, formen parte de otros apostolados y/o movimientos, colegios, universidades, etc.
o      Grupos Misioneros - Laicos Misioneros: Son grupos de jóvenes y/o adultos, que realizan una actividad misionera concreta "más allá de las fronteras" de su parroquia y/o de su Iglesia Particular. Normalmente se conforman en Parroquias o dependientes de Congregaciones e Institutos Misioneros.)
o      Familias Misioneras: Conforman grupos de matrimonios que procuran vivir en comunidad la vocación misionera de la familia y buscan realizar un servicio misionero concreto. Normalmente se conforman en Parroquias.
o      Enfermos y Ancianos Misioneros: También los enfermos y ancianos que están limitados por su enfermedad, pueden participar de la misión de la Iglesia mediante la cooperación Misionera. En varias Parroquias, existen servidores que animan a los enfermos y ancianos (visitándolos periódicamente) a orar y ofrecer sus sacrificios por las misiones y los misioneros.
o      Misioneros Parroquiales: Conforman equipos que se abocan a realizar actividad misionera permanente en su propia Parroquia, realizando el primer anuncio a los no cristianos y la nueva evangelización de los alejados que viven en la jurisdicción parroquial.
·               Congregaciones e Institutos Misioneros (religiosos): Para los que tienen vocación religiosa y quieren hacer un compromiso de por vida, existen las Congregaciones e Institutos Misioneros, que son comunidades de consagrados (sacerdotes, religiosos y religiosas) que dedican su vida completa a la actividad misionera.
·               Centros o Institutos de Formación de Misioneros Ad Gentes: Existen en muchas diócesis, Centros o Institutos que tienen la misión específica de capacitar y enviar misioneros laicos a territorios de misión. Sin embargo, suele ser conveniente antes de contactarse con estos centros, haber vivido una experiencia previa, en alguno de los grupos que se mencionaron previamente. 

Misioneros aquí....
Misioneros allá....
Misioneros más allá de las fronteras...
          Ahora bien, teniendo una idea de cuál de estos perfiles te atrae más, tienes que encontrar dónde y cómo llevar a cabo tu inquietud. Puedes ser misionero viviendo en tu propio país, en tu casa, y realizando experiencias temporales de actividad misionera específica, o  de cooperación o animación misioneras. O también puedes sentir el llamado a ir "más allá de las fronteras", a predicar a Jesucristo allí donde no es conocido....
Un misionero no es alguien que "es llamado" desde una tierra lejana para ir a misionar, sino alguien que ES ENVIADO por su propia Iglesia Particular
No vas a encontrar un destino de misión a través de internet...   Debes entrar en contacto con alguna comunidad (Parroquia o Congregación), preferentemente de tu diócesis para que puedas realizar una experiencia comunitaria, discernir tus motivaciones para la misión y formarte adecuadamente, para que sea TU IGLESIA PARTICULAR (diócesis) la que te envíe de misión.

          Recuerda: Un misionero es alguien que tiene una motivación profunda y sincera para la misión. El envío a la misión requiere de un período (intenso y extenso) de formación y preparación.

           Es preciso comprender que la misión es una tarea muy seria, porque implica nada menos que ¡anunciar a Jesucristo a los hombres!. Y esta tarea no puede estar en manos de personas que no están debidamente preparadas o que lo hacen movidos por otras intenciones que no sean las correctas....  Por eso se requieren estas condiciones para quien desee ser misionero.        Si piensas que tu vocación misionera es de este último tipo, te recordamos lo apartados anteriores:
1.      Un misionero no es alguien que "es llamado" desde una tierra lejana para ir a misionar, sino alguien que ES ENVIADO por su propia Iglesia Particular. Muchas personas se entusiasman con la misión (lo cual está muy bien. ¡Ojalá fueran muchos más!!) pero piensan que misionar consiste en "irse a otro país y otro continente si es posible". Entonces inician una búsqueda de "a dónde puedo ir". Nuevamente: el misionero no es aquel que se lanza así nomás a una tierra lejana a predicar el Evangelio, sino que es enviado por su propia Iglesia Particular.  Por lo tanto, no vas a encontrar un destino de misión a través de internet, o por lo menos, no debería ser así en ningún tipo de experiencia seria de misión. Debes entrar en contacto con alguna comunidad (Parroquia o Congregación), preferentemente de tu diócesis o de tu país para que puedas realizar una experiencia comunitaria, discernir tus motivaciones para la misión y formarte adecuadamente, para que sea TU IGLESIA PARTICULAR (Diócesis) la que te envíe a la Misión.
2.      Un misionero es alguien que tiene una motivación profunda y sincera para la misión. La motivación para la misión es el deseo sincero y ardiente de que Jesús sea conocido y amado por quienes no lo conocen, así como uno lo conoce y lo ama. Parte del proceso de preparación del misionero consiste en el discernimiento de las motivaciones y razones más profundas que mueven a la persona para la misión. Sin una motivación seria y sincera no hay vocación valedera. Muchos (jóvenes sobre todo) sienten atracción por la misión, porque la ven como un "irse lejos", traducido en un querer escaparse de la propia realidad, huir de problemas, heridas o desilusiones que la vida les ha causado. En este caso, la motivación principal no es "anunciar a Jesús" sino "solucionar un problema propio", por lo que no existe una motivación sincera para la misión.
3.      El envío a la misión requiere un período (no breve) de formación y preparación. Normalmente, un proceso serio de envío misionero, se encauza desde la propia comunidad, mediante un seguimiento de por lo menos dos a tres años, en el cual se recibe formación misionera, se va forjando y consolidando la propia espiritualidad misionera, se recibe una orientación y acompañamiento tanto psicológico como espiritual, se adquieren las capacidades necesarias mediante experiencias progresivas de misión y, luego que se han adquirido las aptitudes necesarias (motivación firme y por razones valederas, estabilidad emocional, capacidad de trabajo en comunidad,  sólida formación y espiritualidad), recién entonces se procede al envío misionero. Es preciso comprender que la misión es una tarea muy seria, porque implica nada menos que ¡anunciar a Jesucristo a los hombres! Y esta tarea no puede estar en manos de personas que no están debidamente preparadas o que lo hacen movido por otras intenciones que no sean las correctas....  Por eso se requieren estas condiciones para quien desee ser misionero.
4.      La Misión es un estilo de vida, no una actividad pasajera:  La misión no es "algo que se hace", sino un estilo de vida. Por ello, requiere del misionero una opción de vida. Esto quiere decir que, si has decidido ingresar a una congregación o instituto como sacerdote o religioso o religiosa, has tomado una opción de vida. Si, por otra parte, tu opción de vida es ser laico (no quieres ser sacerdote ni religioso o religiosa), primero debes tener un proyecto de vida, dentro del cual estará la misión. Un proyecto de vida como laico, implica la decisión de formar (o no) una familia y de tener una profesión u oficio. Esto quiere decir que no es que vas a terminar tu formación académica o profesional y vas a "irte de misionero", sino que la cosa es al revés: primero tienes que encaminar tu vida estudiando una carrera, o adquiriendo un oficio.... mientras tanto, te irás formando y viviendo la misión (si es que tu vocación es la misión "en tu propia tierra"), o preparando para un envío misionero a otra tierra (si es que es esa tu vocación).

¿Por dónde empiezo?
          Primero que nada:
·               Discierne si quieres ser sacerdote, religioso o religiosa o laico (obviamente, esto no lo harás solo.... busca ayuda...)
·               Si piensas que tu camino es el sacerdocio o la vida religiosa, busca una comunidad, congregación o instituto misionero y ponte en contacto con ellos. Primero sería bueno que, si en tu diócesis hay alguna, converses con alguien de allí para que te oriente personalmente. Si no, busca en otras diócesis. Busca al final de esta página, en el mapa la página de tu país para ver qué congregaciones o institutos misioneros hay allí.
·               Si sientes que tu llamado es a ser laico (ni sacerdote, ni religioso o religiosa,  plantéate los siguientes interrogantes:
+     ¿Quieres formar una familia, casarte y tener hijos?
o      Si es así, pide a Dios que te ayude a encontrar a la persona que Él tiene pensada para tí, y que juntos puedan compartir este anhelo misionero.
o     Si no, también puedes hacer tu opción por una vida célibe, consagrada a Dios, pero en el mundo.
+     ¿Cuál va a ser tu "lugar" en el mundo como laico? Como laico, tienes que encontrar "tu" manera de insertarte en la sociedad. Esto lo harás por medio de una profesión u oficio. Hoy en día es muy importante que todo laico se capacite y se forme para tener una profesión u oficio. Por ello, tienes que discernir a qué quieres dedicar tu vida, de qué vas a vivir, y abocarte a prepararte para ello: una carrera universitaria, estudios técnicos, formación para un oficio, conseguir un trabajo...
+     ¿De qué manera vas a vivir la misión dentro de este proyecto de vida? Tienes que discernir a cuál de las maneras de vivir la misión te sientes llamado... Para ello, es bueno comenzar con experiencias "cercanas". La misión no se da de un día para el otro... algo así como que te surge la inquietud y al día siguiente te vas al África. Sino que requiere de todo un proceso de discernimiento, preparación y formación. Para ello, lo más conveniente para comenzar es: 
                            a) Busca una comunidad o grupo misionero en tu diócesis y acércate. Comparte con esta comunidad su vida y su misión, y así irás descubriendo mejor tu vocación e irás experimentando lo que es la misión y preparándote y formándote. 
                             b) Averigua en tu Parroquia, si en ella existe alguno de estos servicios, o si en tu diócesis hay alguna comunidad misionera.

          Si, iniciado este camino, sientes que el "irte a otra tierra" (que es lo que comunmente se llama “misión ad gentes”) es tu vocación, ponte en contacto con algún Centro de Formación Misionera Ad Gentes para iniciar tu discernimiento vocacional.
Para todo ello, también puedes ponerte en contacto con la Dirección de Obras Misionales Pontificias y Delegación de Misiones de tu diócesis y allí encontrarás mejor asesoramiento para tu inquietud.