martes, 13 de marzo de 2012

¡Bienvenido seas!


Hermana, hermano, seas quién seas, 
te damos la Bienvenida a la Misión,
a esta Gran Misión que llevamos a cabo las misioneras y los misioneros de Aragón.

Podrás compartir con nosotros un mundo lleno de vitalidad,
rico en humanidad, variado en situaciones que pueden iluminar tu vida.

Posiblemente habrás oído hablar de nosotros.
Unos pocos, hemos sido noticia.
Aquí, en la Misión, podrás conocernos a todos,
podrás mirarnos de cerca, cara a cara,
podrás escuchar el eco de nuestra voz,
podrás leer nuestras mismas palabras,
podrás ponerte en nuestra piel, sentir con nosotros
y descubrir un mundo que no sospechas.

En multitud de países, en diversidad de culturas, en pluralidad de formas,
somos testigos de una búsqueda que es mutua: la de Dios que se inclina hacia el hombre, la del ser humano que se levanta hacia Dios.

Tratamos de ser puentes para el encuentro de los que se buscan.
Y somos testigos presenciales de la fecundidad de dicho encuentro.

Te deseamos una feliz estancia. Que nuestra compañía te sea provechosa.
Y, si lo deseas, puedes quedarte.

Siéntete en casa...