Jesús no es un recuerdo
o un mero “buen ejemplo” del pasado: “El que nos llena con su gracia… es
alguien que vive. Es Cristo resucitado” (Christus vivit, 124). Acoger esa vida de Jesús es una experiencia “de
Corazón a corazón” que transforma a la persona y la mueve a llevar este anuncio
de alegría a todos los ámbitos y periferias del mundo. Como dice Francisco, “la
vida que Jesús nos regala es una historia de amor, una historia de vida que
quiere mezclarse con la nuestra y echar raíces en la tierra de cada uno”
(Discurso, 26-1-2019).
“Jesús vive y te
quiere vivo”
Esta es la frase con la
que Francisco concluye el primer párrafo de su exhortación apostólica Christus
vivit, dirigida a todos los jóvenes de la Iglesia y firmada en la
solemnidad de la Encarnación del Señor, 25 de marzo de 2019.
“Jesús
vive y te quiere vivo” es el mejor resumen de lo que el Santo
Padre desea transmitir a los jóvenes del siglo XXI. Cristo no es un personaje
del pasado, no es un ser lejano en el tiempo y en el espacio: es real, actual,
interpelante, ¡está vivo! En el cuarto capítulo de esa exhortación, el Papa
quiere dejar claras tres verdades fundamentales para los creyentes de hoy:
·
Dios te ama, a ti, en concreto, tal como
eres, con tus limitaciones y proyectos;
·
Cristo, movido por ese amor, entregó su
vida por ti, para salvarte, para darte vida;
·
Jesús está vivo; por eso está presente en
tu vida, en cada
Por ello, no ha sido
complicado elegir esta frase como lema para la Jornada Mundial de Oración por
las Vocaciones y Jornada de Vocaciones Nativas de este año 2020. Es
una interpelación al corazón de los jóvenes a que vivan cerca del Señor y
sientan su presencia en sus vidas y quehaceres.
Fruto de ese
convencimiento, nace la relación con el Señor de cada uno de nosotros, y de esa
relación surge la amistad con Él. El Señor sigue necesitando amigos, jóvenes,
que anuncien a los hombres que Cristo vive y que quiere que todos los hombres
vivan; pero no una vida caduca y apagada, gris y sin sentido. Él quiere que
todos tengamos vida, la vida sobrenatural, la única que es capaz de llenar el
corazón y el alma de las personas. Dios quiere que tengamos su vida,
esa vida que salta hasta la eternidad.
La vocación, dice en
ese documento el Santo Padre, “es un camino que orientará muchos esfuerzos y
muchas acciones en una dirección de servicio” (n. 255). Pero el Señor sigue
llamando a jóvenes concretos a dar continuidad a su misión, y para ello cuenta
con la entrega alegre de chicos y chicas que, partiendo de la amistad con
Jesús, descubren el amor que Dios ha puesto en su corazón y se entregan a él.
El Papa les dice a los jóvenes: “Ten la certeza de que, si reconoces un llamado
de Dios y lo sigues, eso será lo que te hará pleno” (n. 276); y, además, esta
llamada “es atractiva, es fascinante” (n. 277).
Esta Jornada Mundial de
Oración por las Vocaciones quiere ser un momento de reflexión para todos los
cristianos, para hacernos conscientes de que el Señor necesita del ofrecimiento
generoso y alegre de personas que, habiendo descubierto la vida de Cristo,
entregan su corazón al servicio del Evangelio. Por eso nos unimos todos
en oración: sacerdotes, seglares, religiosos, consagrados, para pedir al Señor
que los cristianos jóvenes sean capaces de abrir su corazón al amor de Dios,
que sigue contando con ellos. Esta oración no es accesoria; el mismo Jesús nos
invita a rezar por esto: “Rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su
mies” (Mt 9,38).
A estos, a los jóvenes
de África, Asia o América Latina, el Señor les llama a ser apóstoles en sus
propias culturas y tradiciones; pero también muchos vienen a nuestros pueblos y
barrios a manifestar el amor de Dios entre nosotros. Y porque estos jóvenes
(ellos y ellas) no cuentan muchas veces con los medios mínimos para poder
formarse y llegar a completar su vocación, se nos recuerda que podemos ayudar
en el fomento, cuidado y atención a las vocaciones, tanto consagradas
como sacerdotales, en aquellos países.
Sergio
Requena (CEE)
Luis
Manuel Suárez (CONFER)
Ana
Cristina Ocaña (CEDIS)
José
María Calderón (OMP)
Subsidios Vocaciones Nativas