lunes, 15 de abril de 2013

"Yo quiero que mi vida sea una Misión"

X ENCUENTRO MISIONERO DE JÓVENES
El pasado fin de semana, más de 130 jóvenes de toda España se dieron cita en Madrid en el X Encuentro misionero, organizado por Obras Misionales Pontificias (OMP), bajo el lema De la misión a la fe. y viceversa. Tras un apretado programa de ponencias, experiencias y puestas en común, los jóvenes partieron ayer a sus diócesis movidos por un gran impulso misionero.
Andrés Rodríguez Pozos tiene 17 años, y vive en Ferrol. Después del encuentro de OMP, resume su convicción: "Yo quiero que mi vida sea una misión". Y no es el único. El ambiente rebosaba alegría. "Cuando vuelves de la misión, es muy difícil expresar lo que has vivido. Aquí no hace falta expresarlo, todos lo sabemos", afirmaban unos jóvenes de la diócesis de Tarragona.
La gran conclusión del encuentro fue que la misión fortalece la fe. Las ponencias así lo mostraron. Todo comenzó con el visionado de la película Érase una fe, en la que se puso de manifiesto la universalidad de la Iglesia. A continuación la Hija de la Caridad Sor Sabina Iragui, conmocionó al auditorio con su experiencia de misión en Ruanda. Vivió el Genocidio de 1994 y la posterior epidemia de cólera desde el ejercicio de la enfermería. Mostró que la caridad en la misión abre las puertas a la fe. "Como Hija de la Caridad, no puedo deciros más que ayudéis a los pobres", afirmó esta religiosa.


Juan Carlos Carvajal, profesor de la universidad de San Dámaso, explicó después el camino que siguen los que vuelven a la fe, según su origen. No es igual la forma de acercamiento a Dios de uno que ha nacido en una ambiente cristiano, que uno que no ha conocido la Iglesia nunca. "Todos los hombres estamos confrontados con Dios, todo nuestro destino es Dios", afirmó el profesor. Acto seguido, los jóvenes se reunieron por grupos para aterrizar la teoría. Todos hicieron memoria de su fe y debatieron cómo se puede transmitir la alegría de ser cristianos. La puesta en común del trabajo de los grupos fue filmada, y el resultado será la aportación de OMP España a la JMJ de Brasil.
Desde tierras brasileñas, Antonio Mateo, responsable del Voluntariado Internacional de la Jornada, explicó a los jóvenes por videoconferencia que ya está todo en marcha para el gran encuentro de verano, al que asistirán aproximadamente tres millones de peregrinos. Hay inscritos 53.000 voluntarios, de los cuales casi el 10% son internacionales. Explicó que esta edición será especialmente misionera: además de el lema "Id y haced discípulos a todos los pueblos", contará con una semana de preparación en todas las diócesis brasileñas llamada "Semana Misionera".
El domingo comenzó con las experiencias de cuatro jóvenes que, en una mesa redonda, contaron cómo la misión había reforzado en ellos la fe. Francisco González animó a los jóvenes a dar un paso en firme a la misión, más allá de las buenas intenciones. Contó cómo la experiencia misionera en República Dominicana y en Mozambique le movieron a entrar en el seminario y ser un sacerdote misionero. Dunia María pertenece a una familia marroquí, y se educó en el Islam. Testimonió que gracias a su presencia en campos de trabajo misioneros, se bautizó y actualmente es religiosa. Antonio José Gómez, laico de Córdoba, explicó que es un chico normal y corriente, pero que eso no le impide irse a la misión durante los veranos. Expresó que lo vivido en América y África le han cambiado y reforzado la fe. Por último, Toni Martorell, entrenador de baloncesto profesional y escritor de No me digas que no se puede, mostró testimonios de superación entre discapacitados. "Yo no arriesgué a irme de experiencia misionera, y me arrepiento. Los discapacitados me enseñan que hay que arriesgar", afirmó el joven.
El encuentro culminó con la celebración de la Eucaristía, presidida por monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones. Explicó, al hilo del Evangelio (Jn 21, 1-19), que el hecho de amar a Dios conlleva encargarse de las ovejas, de los demás. "La fe no te pertenece, te la han dado otros", afirmó como conclusión, y subrayó que si los discípulos no hubieran salido a la misión fuera de Jerusalén, no hubiera llegado a nosotros en anuncio del Evangelio. "Es muy importante lo que estáis viviendo", les dijo el prelado a los jóvenes.