Fernando Domingues, secretario general de la Obra Pontificia de
San Pedro Apóstol, en la rueda de prensa de presentación de la Jornada de Vocaciones Nativas |
Fernando Domingues, Anastasio Gil y Stéphane Kamanga Mutombo |
El responsable internacional de la Obra Pontificia de San Pedro
Apóstol ha presentado en Madrid la Jornada de Vocaciones Nativas.
Una Jornada pensada para apoyar "la formación de las vocaciones en
las iglesias jóvenes" de los territorios de misión. La coincidencia
con la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, es
vista por el director de OMP en España, Anastasio Gil, como "un don
y un privilegio".
Como
secretario general de la Obra de San Pedro Apóstol, el comboniano de
origen portugués, Fernando Domingues, cuida a las vocaciones que
surgen en los territorios de misión. Antes tuvo un magnífico
entrenamiento en la archidiócesis de Nairobi (Kenia), donde trabajó
6 años formando a los misioneros combonianos en el Noviciado
Internacional. El número de las vocaciones bajo su cuidado ha
crecido de forma paralela a su responsabilidad. Casi 800 seminarios
con alrededor de 73.000 seminaristas en territorios de misión
(especialmente de África y Asia), dependen de la ayuda que les
ofrece la Obra Pontificia. Sostener económicamente la formación de
los seminaristas representó en 2013 un gasto próximo a los 20
millones de dólares.
Desde Roma, se coordinan las ayudas que llegan de todo el mundo.
Para Domingues, una de las cosas más bonitas de su servicio, "es
constatar que hay una gran corriente de solidaridad que circula
continuamente de unas iglesias hacia las otras". Sin embargo, la
ayuda que presta San Pedro Apóstol no es "asistencialista", se trata
de fomentar la responsabilidad de cada iglesia local. Por eso, más
de un millón de dólares del dinero que se dio en 2013 fue "en
préstamos a interés cero para proyectos de autofinanciamiento". El
secretario insiste: "aunque hablemos de dinero, la riqueza más
preciosa son los seminaristas". Seminaristas como los de la
Archidiócesis de Parakou, en Benín, que "estudian en un contexto de
vida simple, donde además de la teología y la filosofía, estudiarán
agricultura, música tradicional, proverbios de la tradición.", de
modo que se cumpla el deseo de su obispo, monseñor Pascual, que
"quiere formar curas que amen vivir al ritmo de sus gentes". Como
dijo Domingues, es lo que Juan Pablo II nos ha transmitido: "el
coraje para trabajar en la inculturación del cristianismo".
Stéphane Kamanga Mutombo, un sacerdote de origen congoleño que ha
ofrecido su testimonio en la rueda de prensa de Vocaciones Nativas,
es una de estas vocaciones. Una vocación descubierta muy pronto (con
apenas cuatro años) gracias al ejemplo de un misionero. Ha dedicado
gran parte de su vida sacerdotal a la formación de jóvenes, que cómo
él, son llamados al sacerdocio. Para Stéphane, "las vocaciones
nativas que acompañan a los demás jóvenes son un signo de madurez de
una Iglesia que está caminando gracias al apoyo de muchas personas".
Por eso San Pedro Apóstol concede también ayudas para preparar
"formadores de calidad" y ofrece becas para programas de estudio en
Universidades Católicas de Kenia, Tanzania, Congo R.D., Camerún,
Costa de Marfil, Nigeria y la Universidad on line de los Dominicos (Domuni).
Curiosamente, esta "vocación nativa" sintoniza con el futuro san
Juan XXIII, que las consideraba un síntoma de madurez eclesial. Pero
también Juan Pablo II, el otro papa que será proclamado santo en la
Jornada de Vocaciones Nativas, es motivo de inspiración para
Stéphane: "Me ha tocado mucho la espiritualidad misionera de Juan
Pablo II. Él escribió que el misionero es la persona que va a un
sitio sabiendo que el Espíritu Santo ha hecho ya un trabajo previo".
En
el contexto de esta fecha del 27 de abril, que ha unido las
Vocaciones Nativas con las canonizaciones de los papas, Anastasio
Gil recordó que Juan XXIII vivió los primeros años de su sacerdocio
trabajando en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
(de la que dependen las Obras Pontificias) y subrayó el empuje
misionero de Juan Pablo II que no dudaba en hacer cualquier esfuerzo
para ir a "confirmar en la fe" a los fieles dispersos por todo el
mundo.
Finalmente, el director de OMP agradeció la aportación económica de
España, que en 2013 ayudó a las Vocaciones Nativas con más de
1.700.ooo euros. Asimismo, subrayó que la Jornada de Vocaciones
Nativas se prolongará hasta el 11 de mayo, Jornada Mundial de
oración por las vocaciones.