jueves, 28 de enero de 2016

CONCURSO DE FOTOGRAFÍA DE INFANCIA MISIONERA “GRACIAS”



Más de 700 niños de 6 a 12 años han participado en el concurso nacional de fotografía de Infancia Misionera, desde 40 diócesis españolas. Con el título “Da gracias con una foto”, el concurso ha movido a cientos de niños a expresar el agradecimiento, de cara a la Jornada de Infancia Misionera, que se celebrará el 24 de enero con el lema “Gracias”.

El Jurado ha elegido a los tres ganadores Sol Nazira Atoche, de Palencia, Marina Iglesias, de Madrid y Lucia Cano de Pamplona, y ha querido hacer dos menciones especiales para Silvia Vergara Montoya de Pamplona y para los Alumnos de 5º de Primaria del Colegio Santo Ángel de Palencia.



Fue muy difícil seleccionar a dos representantes de Zaragoza en la fase diocesana, por la cantidad y calidad de las fotografías que recibimos. 
Los elegidos han sido:

  • Grupo de niños (11 años) de catequesis de la Parroquia de Santa María de Tauste, Zaragoza. 
  •  Guillermo Villarreal (10 años), Colegio Santa María Reina de Zaragoza.

Participantes: C.E.I.P. Julián Nieto Tapia de Zaragoza, C.E.I.P. Pedro Sánchez Ciruelo de Daroca (Zaragoza), C.E.I.P. Fernando El Católico de Villarreal de Huerva (Zaragoza), Colegio Santa Ana de Zaragoza, Colegio Escuelas Pías Santa Engracia de Zaragoza, Obra Diocesana Santo Domingo de Silos de Zaragoza, Colegio Madre María Rosa Molas de Zaragoza.

Agradecemos de todo corazón vuestra participación en este concurso, signo de vuestro espíritu misionero.

 

Parroquia de Santa María de Tauste: 
"Con esta foto queremos agradecer por todo lo que tenemos" (Alberto, Idoia, Mirian, Nicolás, Pablo, Tomas, Marta, Silvia, Laura, Izarbe, Alvaro, Pilar, Erika, Javi y Goitzane)



 





Guillermo Villarreal, Col. Santa María Reina:
"Siempre una sonrisa es una manera de dar gracias. Hay que sonreir cada día a la vida y dar gracias por ella, habrá días buenos, días malos pero estamos vivos y podemos sonreir. Sonreir es gratitud"

viernes, 22 de enero de 2016

INFANCIA MISIONERA 2016: ¡¡GRACIAS!!

Infancia Misionera: Una obra de evangelización
Demos voz a los niños; tienen mucho que decirnos y enseñarnos. Ellos son parte de la Iglesia, y parte importante

Baptistine Ralamboarison, Secretaria General de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera presenta esta Obra Pontificia que tiene como finalidad infundir en los niños el espíritu misionero.
La Infancia Misionera es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias. Al igual que las otras tres Obras, tiene por finalidad infundir en los católicos un espíritu universal y misionero. Y a diferencia de las demás (Propagación de la Fe, San Pedro Apóstol y Pontificia Unión Misional), la Infancia Misionera, llamada también Santa Infancia, destina todos sus esfuerzos a los niños. O, para ser más precisos, son los niños los verdaderos protagonistas de esta Obra. No somos solo una obra para los niños, sino más bien una Obra de los niños y con los niños.

La idea de fundar en la Iglesia un organismo de esta naturaleza nació más de 170 años atrás, cuando un obispo francés, Mons. Charles de Forbin-Janson, viendo que tantos niños morían sin el bautismo en China, y no pudiendo ir personalmente a ayudarlos, decidió fundar una Obra que se dedicase a la evangelización de los niños gracias a la ayuda y colaboración de los mismos niños. Esta colaboración, que se puede sintetizar en el lema “Los niños ayudan a los niños”, consiste simplemente en la oración y en la ayuda material. Los niños de la Infancia Misionera rezan todos los días una avemaría por todos los niños del mundo.
Desde entonces, la Infancia Misionera se ha extendido por todo el mundo. Son más de 115 los países en donde esta Obra está activa. Y son millones los niños que actualmente ayudan a otros niños en dificultad.

Dios, a través de los niños

Hoy en día las necesidades son muchas. Hay millones de niños que sufren hambre —y cientos de ellos mueren cada día—, muchos no pueden ir a la escuela, otros no pueden acceder a los servicios médicos más elementales. Los huérfanos, los pobres, los enfermos y, sobre todo, aquellos que no conocen todavía a Jesús, todos ellos, están en el centro de nuestras oraciones.
Sin embargo, y es importante recordarlo, esta Obra no es un organismo de ayuda caritativa. Somos una obra de evangelización. Queremos llevar el Evangelio a todos los niños, que son el presente y el futuro de la Iglesia. Por eso todos ellos se encuentran en nuestras oraciones, ya sea que vengan de países no cristianos o de países con una larga tradición católica. Porque todos necesitamos convertirnos y acercarnos más a Dios.
Llevamos el Evangelio pidiendo a Dios con la oración que abra el corazón de los niños. Por nuestra parte, tratamos de sustentar la actividad misionera de la Iglesia a favor de ellos con nuestra ayuda material, que consiste, hoy como ayer, en una pequeña donación voluntaria. No importa la cantidad. Importa el corazón con el cual se da la ofrenda. Millones de niños en todo el mundo, desde Bolivia hasta el Nepal, poniendo juntos sus colectas y sus oraciones, logran hacer que financiemos más de dos mil proyectos cada año, por un monto superior a los 20 millones de dólares. Eso sirve para comprar catecismos, construir aulas, adquirir alimentos o medicinas y tantas otras ayudas más. Algunos niños en África, en Asia o en América Latina solo logran dar unos pocos céntimos. No importa: son esos céntimos, junto con otros tantos, los que nos permiten llevar consuelo material y espiritual a tantas realidades marcadas por la dificultad. En el fondo es Dios quien convierte y cura, mediante la acción de los niños. Por ello, somos escrupulosos cuando distribuimos nuestras ayudas. Porque sabemos de todo el esfuerzo que hay detrás para poder recoger esos céntimos.

Protagonistas con voz propia
El Señor se sirve de las cosas pequeñas para hacer grandes obras. Así se ve la acción de Dios. Esta Obra de la Santa Infancia es la prueba viviente de ello. Por eso, el beato Juan Pablo II llamaba a los niños de la Infancia Misionera “los pequeños grandes colaboradores de la Iglesia y del Papa”.
Hagamos que los niños sean protagonistas en la Iglesia. Ninguno es tan pobre que no pueda rezar una avemaría y meter un céntimo en la hucha. Todas esas oraciones y todas esas huchas han ayudado mucho en todos estos años. Y sobre todo, ayudan a quien reza y da. La prueba son los santos que han pertenecido a la Infancia Misionera, y tantas vocaciones de sacerdotes o religiosos que se han originado participando en esta Obra. Por último, pero no menos importante, están los millones de laicos que, formados en esta escuela de espiritualidad, han aprendido a compartir su fe y sus bienes con los demás, participando así en la creación de un mundo mejor.
Pienso que no solamente la Iglesia tiene necesidad de esta Obra, sino, sobre todo, el mundo. Para hacer un mundo mejor, necesitamos de la Infancia Misionera.
Demos voz a los niños; tienen mucho que decirnos y enseñarnos. Ellos son parte de la Iglesia, y parte importante. El niño de Infancia Misionera no piensa: “Soy pequeño, soy pobre, qué puedo hacer yo”. El niño misionero piensa siempre en grande, porque sabe que le ayuda la oración. Y sabe cuánto puede hacer la pequeña colecta de millones de ellos en el mundo. Las necesidades son muy numerosas, millones de niños todavía no conocen a Jesús, millones sufren. Pero no por eso el niño de Infancia Misionera se desanima.
El camino es largo, pero en 170 años lo hemos recorrido bastante y, sobre todo, ha sido Dios quien nos ha guiado. Venid con nosotros y hagamos juntos este camino con alegría.

Baptistine Ralamboarison
Secretaria General de la O. P. de Infancia Misionera

lunes, 4 de enero de 2016

EPIFANÍA, Día de los Catequistas Nativos y del I.E.M.E.

El próximo 6 de enero  celebraremos la Epifanía del Señor. También es el momento dedicado a la Colecta Pontificia del Día de los Catequistas Nativos y del IEME. De la editorial de su blog (http://misionieme.blogspot.com.es), compartimos este testionio. Desde la Delegación de Misiones de Zaragoza apoyamos esta colecta a través de la c.c.c. de Ibercaja ES23 2085 0113 6903 00110935. Agradecemos de antemano vuestra colaboración.
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“La historia más grande jamás contada”

miércoles, diciembre 30, 2015

Así se titulaba aquella película sobre Jesús de Nazaret que solíamos ver durante la Semana Santa. Y me gustó el título porque con el tiempo me he persuadido de que la vida de Jesús de Nazaret es realmente la historia más grande jamás contada. 

Porter campaña  


  Y que tiene que seguir siendo conocida y contada para que todos puedan disfrutarla y enriquecerse con ella, todos. Él mismo Jesús dejó dicho que tenía que ser contada “hasta los confines de la tierra”. Este es el convencimiento que mueve a los misioneros a llegar hasta los horizontes más remotos: esta historia tiene que ser sabida, es algo que tiene que llegar a todos, desde Zambia hasta Alaska, desde Australia al norte de Rusia. Es la perla escondida de un valor incalculable que espera ser descubierta.


Catequista. TailandiaEl Instituto Español de Misiones Extranjeras, IEME, quiere ser un instrumento, un medio, que facilite a los sacerdotes españoles el llevar a cabo el mandato de Jesús de “id por todo el mundo”. Desde el año 1919 muchos sacerdotes y hermanos han hecho realidad su sueño de poder llegar a las aldeas más lejanas de la selva de África, a los rincones más escondidos de los grandes suburbios de América Latina, al corazón de las ajetreadas ciudades de Asia siendo portadores de esta gran noticia: Dios está entre nosotros. Con pasión y con alegría han salido “de su tierra y de su patria”, como Abraham, hacia las tierras lejanas que el Señor les ha ido indicando. Se han sabido en todo momento acompañados por Dios, pues no han marchado a buscar tesoros o provecho personal, sino solamente que Jesús y su mensaje sean mostrados a todos los pueblos de la tierra. Esto es lo que celebramos en este día de la Solemnidad de Epifanía: el niño Dios se da a conocer a todos los hombres de todas las razas y de todas las lenguas (representados en esos “magos venidos de Oriente”) y está entre nosotros.

Catequsitas en Zimbabue


Esta “Campaña de Epifanía” organizada dese el Instituto Español de Misiones Extranjeras está dedicada a la promoción del mismo instituto y a la formación de los catequistas nativos. Ellos son los mejores propagadores, los más cualificados mensajeros para dar a conocer y hacer creíble en su cultura que la enseñanza de Jesús de Nazaret será la que nos conduzca al verdadero desarrollo, a la genuina liberación y al auténtico progreso.  A pie y en bicicleta no escatiman esfuerzos ni distancias para que sus coetáneos y sus vecinos puedan también beneficiarse de los que ellos ya han conocido: Dios está entre nosotros, es más, Dios está con nosotros. No son las fuerzas del mal ni la superioridad de los espíritus ni los secretos poderes de los chamanes quienes dirigen nuestras vidas. Es, ante todo, la confianza en la fuerza de Dios; confianza que supera todos nuestros temores y nuestros miedos.

Catequistas en Zambia



A ellos, a los catequistas nativos, queremos apoyar en esta campaña a fin de que continúen siendo “portadores de la misericordia” de Dios a todos los pueblos.

Misión y Contemplación: enero 2016

El Encuentro de Oración "Misión y Contemplación" de este mes 
lo organizan las MM.  Clarisas Capuchinas 
y el Servicio Conjunto de Animación Misionera S.C.A.M

Domingo,  10 de enero, 18'00 h.
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Monasterio de Ntra. Sra. de los Ángeles
C/ Ntra. Sra. de los Ángeles, s/n
Zaragoza

¿Cómo llegar? Lineas de autobús urbano 22, 35, y 38